Procesos de curtido de pieles de pescado Patagónicas – Autores : Gabriel Fabián
Gabriel Fabián Trachter
Secretara de Pesca de la provincia de Chubut, Argentina
+54 9 11 4160-9151
fabiantrachter@hotmail.com
Elisa Palomino
Central Saint Martins, University of the Arts, London, UK
+44 7404430210
e.palomino@csm.arts.ac.uk
Gustavo Adrian Defeo
Ars Tinctoria s.r.l. analytical laboratory, Santa Croce sull’Arno, Italy
+39 348 8924726
g.defeo@arstinctoria.it
Reseña
La antigua tradición de usar piel de pescado para crear vestimenta y accesorios es compartida por diversas poblaciones costeras del Ártico, como parte de su estilo de vida de subsistencia, siendo que dependen de los recursos acuáticos para su alimentación y vestuario.
La Antártida no tiene población, pero los Tehuelches, Selk´nam, Yámanas y Alakaluf son algunos de los Pueblos Originarios más meridionales en el mundo y más cercanos a la Antártida. Viven en la región Patagónica, en el sur de la Argentina y Chile, incluyendo la isla de Tierra del Fuego. Ellos pescan y cazan animales cuyas migraciones en la región Antártica son un componente crítico para su supervivencia.
No hay mucha literatura respecto del uso de la piel de pescado de parte de los Pueblos Originario de la Patagonia, pero eran conocidos por utilizar pieles de manatí para confeccionar ropa y mantas que los mantenían calientes y protegidos de la intemperie. Las mujeres Tehuelches las untaban con hígado masticado y las curtían a mano, frotándolas vigorosamente.
Este trabajo evalúa el curtido tradicional de piel de pescado utilizado por el Agrónomo Gabriel Fabián Tratcher. Este es un proyecto promovido por la Secretaría de Pesca de la Provincia de Chubut, en la Patagonia Argentina y utiliza un proceso fácilmente adaptable a cualquier ubicación. El curtido fue realizado con extracto de Mimosa y sin utilización de ninguna máquina, permitiendo el desarrollo del curtido de piel de pescado en áreas con déficit de electricidad. El método no pretende descartar el uso de fulones, tinas y tanques de secado sino mostrar que es posible también curtir sin ellos. Lo resultante fue testeado en el laboratorio Ars Tinctoria para identificar el potencial de este tradicional proceso de curtido con un impacto ambiental muy bajo.
Palabras clave: Piel de pescado, Curtido tradicional, Pueblos Originarios de la Patagonia, Antártida.
El uso de cueros y pieles de pescado por sociedades de cazadores-recolectores
La utilización de pieles de pescado para la confección de ropas es una antigua tradición compartida por las poblaciones del Ártico a lo largo de ríos y costas. Los grupos específicos del Ártico con evidencia histórica de producción de cueros de pescado son los Alutilq, Yup´ik y Atabascanos de Alaska; los pueblos siberianos Nivkh, Nanai y Ulchi; los Ainu de la isla de Hokkaido en Japón y la isla Sakhalin en Rusia; los Hezhen del Noreste de China y los islandeses (Palomino, 2021)
El uso de cueros y pieles por parte de las sociedades de cazadores-recolectores nativas Patagónicas ha sido ampliamente corroborado en base a información etnográfica y registros arqueológicos (Parmigiani, 2014). El estudio de la tecnología de curtido, una de las prácticas que distinguieron a los pueblos originarios de la Patagonia, puede aportar información valiosa para profundizar en la interpretación de su cultura (Marchione, 2013) y contribuir con las técnicas actuales de curtición vegetal de cueros. Con el objetivo de obtener información sobre la tecnología curtidora compartida y transmitida por las poblaciones originarias que habitaban la región Patagónica, se han explorado en este trabajo datos obtenidos de fuentes etnohistóricas y etnográficas sobre estas culturas de cazadores-recolectores.
La Patagonia, incluyendo Tierra del Fuego, es un extenso territorio en que predomina, al Oeste y al Sur, la escabrosa cadena montañosa de Los Andes y, en el Este, una árida meseta que da lugar a llanuras bajas (figura 1). La vía navegable permanente del Estrecho de Magallanes separa la Patagonia de la Isla Grande de Tierra del Fuego, y el Canal de Beagle divide Tierra del Fuego de las islas exteriores (Mc Culloch, 1997).
Los asentamientos en la Patagonia, que involucran la explotación de recursos marítimos, se remontan por lo menos al sexto milenio A.C. (Emperaire, 1963). La alimentación de estos grupos de cazadores-recolectores-pescadores se basaba en los recursos marítimos disponibles (pinnípedos, peces y aves marinas) y recursos terrestres tales como el Guanaco (Lama guanicoe) y Ñandú (Rhea americana). Estos grupos desarrollaron la navegación y técnicas de caza en el mar que favorecieron una muy eficiente captura, así como el uso sistemático de todas las materias primas provistas por estas presas, tales como huesos para fabricar herramientas para el curtido y el uso de cueros y pieles para vestimenta y calzado (Orquera, 1999).
La tradición de curtir pieles y cueros en la Patagonia combina tradiciones ancestrales esparcidas en diferentes áreas geográficas. La región de Tierra del Fuego fue habitada por grupos de cazadores-recolectores-pescadores que navegaban hábilmente en canoas entre medio de las islas. Estos grupos eran los Alakaluf (figura 2), que ocupaban el sector occidental del Canal de Beagle y las orillas meridionales del Estrecho de Magallanes, y los Yámanas, que habitaron el sector central y oriental del Canal de Beagle y las islas que se extienden al sur del Cabo de Hornos (Parmigiani, 2014). Vivían en pequeños grupos familiares con campamentos cerca de la costa para explotar los recursos provistos por el ambiente, incluyendo la pesca. Los Selk´nam, que vivían en la zona central y septentrional de la Isla Grande de Tierra del Fuego no eran marineros ni cazadores de mar abierto, sin embargo valoraban los cueros de manatí que eran utilizados especialmente para fabricar fuertes correas para transportar cargas.
La información etnográfica sobre los cazadores-recolectores-pescadores de Tierra del Fuego, muestra la importancia de la explotación de los mamíferos marinos. Respecto del uso de cueros, se ha documentado que la piel de la foca (Arctocephalus australis) era utilizada para fabricar varios ítems y para intercambio con otros grupos de cazadores-recolectores (Parmigiani, 2014). Las crónicas de viajeros del Siglo XVI mencionan el uso de las pieles de foca para vestuario, canoas y chozas. F. Cortés Ojeda, en 1558, menciona un encuentro con un grupo de hombres cuyas ropas estaban hechas con cuero de manatí (Gusinde, 1974). Fuentes escritas sobre canoístas de Tierra del Fuego refieren a la variedad de pieles que eran utilizadas para fabricar diferentes artículos, que incluían vestuario, calzado, artículos para el hogar, bolsos, recipientes y sogas. Muchos de ellos refieren en particular a pieles de pinnípedos que han sido utilizadas para recubrimiento de cuerpos en prácticas funerarias (Emperaire, 1963). Después del contacto con navegantes europeos, las pieles y artefactos fabricados por ellos fueron llevadas a Europa para formar parte de colecciones de museos y como información sobre la diversidad de fauna de Tierra del Fuego (Parmigiani, 2014)
Los Tehuelches, las tribus del área de la Patagonia que se extiende desde el Estrecho de Magallanes hasta el Río Negro, se vestían con camisas de manga corta, hechas por superposición de cueros de vaca y guanaco (figura 3). Esta vestimenta era generalmente ceñida a la cintura y en las peleas, actuaban como armadura (Guinnard, 2007).
Hay poca información disponible sobre cómo eran procesadas las pieles de los mamíferos marinos, salvo por algunas descripciones etnohistóricas de las técnicas utilizadas por los canoístas de Tierra del Fuego. La información señala que en el pasado los varones habrían supervisado la caza, desuello y trozado de los animales pero que las depositarias de todo el conocimiento ligado al curtido, raspado, engrase y costura de los artefactos eran las mujeres, y este conocimiento se transmitía entre las mujeres y de una generación a la siguiente (Gómez Otero, 1996).
Las fuentes etnográficas aportan datos sobre el uso de diferentes elementos para curtir los cueros: grasa, hígado crudo, hígado cocido con sal y/o con alumbre disuelto en agua (Musters, 2005). Las mujeres Tehuelche encargadas de la manufactura de mantas de cuero de manatí los rociaban con hígado masticado y los curtían frotándolos vigorosamente (Guinnard, 2007)
Proceso de curtido de piel de pescado de la Patagonia
No hay mucha literatura referida al uso de la piel de pescado por los Pueblos Originarios Patagónicos, pero este trabajo presenta la reconstrucción de una tecnología para proceso de curtido de la región centro – norte de la Patagonia. El proyecto tiene como objetivo el redescubrimiento, conservación, reproducción y mejora de técnicas ancestrales, respetuoso de las tradiciones locales.
El objetivo de la investigación fue identificar la lógica bioquímica del proceso tradicional de curtido patagónico, utilizando principios naturales con un muy bajo impacto ambiental con el objetivo de introducirlos, en un futuro cercano, al curtido industrial contemporáneo, reduciendo el consumo de productos químicos, el impacto ambiental, generando agua más limpia y menos CO2. Para evaluar el proceso, se obtuvieron muestras de cuero de salmón utilizando tecnología de procesamiento de pieles basada en el conocimiento tradicional de las comunidades Patagónicas.
El proceso de curtido de piel de pescado Patagónica es parte de un proyecto comunitario fundado en el deseo de crear un mayor acceso al conocimiento de la piel de pescado en Argentina. El proyecto es liderado por Fabián Tratcher (figura 5), un Ingeniero Agrónomo con vasto conocimiento sobre técnicas de curtido de piel de pescado. Desde 2016 ha desarrollado y dictado varios cursos sobre remoción, conservación y técnicas de curtido de piel de pescado en Universidades Nacionales y conducido programas de entrenamiento. Ha publicado una amplia cantidad de material bibliográfico sobre el curtido de pieles no tradicionales, también ha trabajado como Gerente y Consultor Técnico de diferentes industrias curtidoras.
El tratamiento de las pieles de pescado ha sido hecho con procesos naturales y productos libres de sustancias químicas peligrosas, utilizando metodologías con poca tecnología que pueden ser apropiadas para pequeños emprendedores, con un óptimo uso de insumos tales como agua, energía y sustancias químicas y minimizando la cantidad de desechos generados en el proceso de curtido, todos ellos pilares de una producción más limpia. El proyecto promueve un responsable manejo sustentable del agua y los recursos renovables, con un compromiso con el cambio climático. El proyecto fue desarrollando y rescatando constantemente los tradicionales procesos Patagónicos de curtido y teñido, facilitando la creación de nuevo conocimiento sobre la artesanía de piel de pescado e interconectando las comunidades de la Patagonia. Las técnicas de curtido y teñido han sido llevadas a cabo de acuerdo a las técnicas tradicionales de los habitantes de la Patagonia Argentina usando plantas autóctonas para curtir y teñir asimismo utilizando Mimosa, una fuente comercial de agente curtiente vegetal originario de Brasil. El proyecto ha sido desarrollado en Rawson, la capital de la provincia argentina de Chubut, en la Patagonia y ha sido direccionado hacia comunidades locales con entornos desventajosos de las remotas áreas rurales de Rada, Tilly, Sarmiento, Camarones, Rawson, Trelew y Puerto Madryn en la provincia de Chubut, Patagonia.
El proceso del curtido tradicional de piel de pescado es complicado y relativamente difícil de lograr sin un entrenamiento especializado. El riesgo de desaparición de esta artesanía local está además ligado con la pesca indiscriminada y la contaminación del agua. La población local de la Patagonia ha aplicado prácticas sustentables en la pesca durante años, pero el descarte de este principio en épocas modernas ha llevado a la disminución de ciertas especies. El cambio climático también ha impactado a la pesca en el área. En cuanto se reduzca este recurso natural, las habilidades y tecnologías vinculadas con él están en peligro creciente de perderse (Palomino, 2021).
El proyecto es guiado por:
-Procedimientos ecológicamente sustentables, que utilizan productos curtientes derivados de la flora local.
-Procedimientos socialmente sustentables, que revitalizan, a la vez, los métodos de producción artesanal y respetan las costumbres de la región Patagónica.
-Prácticas económicamente sustentables, que promueven la vinculación entre manufactura artesanal y técnicas semi industrializadas.
El proyecto de las pieles de pescado de la Patagonia urge a las comunidades a reflexionar sobre el consumo y desperdicio actual, a pensar en recuperar y reciclar. El objetivo es aprender una artesanía tradicional con un enfoque de baja tecnología y producir material nuevo utilizando pieles de peces descartados de su alimentación diaria y materiales curtientes disponibles de la flora local, generando reciprocidad entre producción artesanal e innovación. Las prácticas de curtido de piel de pescado poseen el potencial de ofrecer importantes oportunidades de revincular las comunidades Patagónicas con una herencia cultural común.
Proceso de curtido con Mimosa
Las pieles de salmón fueron curtidas con Mimosa. El tanino de Mimosa se obtiene de la corteza de un árbol (Acacia mearsnii), es un polifenol con pequeño tamaño de partícula, que facilita la penetración en el interior del cuero que se está curtiendo, evitando que se fije en la superficie, lo cual daría, si ocurriera, un cuero endurecido y no curtido en su interior. El color que imparte a las pieles permite que sean teñidas en una amplia gama de matices, que, aún sin tener la misma afinidad con los diversos colorantes que tiene el Cromo, ha brindado resultados que, difícilmente, pueden ser logrados con otras fuentes de agentes curtientes vegetales.
Un aspecto interesante de la madera que provee este extracto curtiente es que, en su corteza, de la que se extrae el producto comercial llamado Mimosa, hay entre 20% y 30% de tanino, con una gran cantidad de grupos activos –OH en este polifenol, aportando una buena afinidad para combinarse con el colágeno de la piel de pescado.
El uso comercial de esta Acacia puede ser realizado muy rápido, entre siete y diez años después de la plantación y el duramen puede ser utilizado también para otros fines. Siendo que pertenece a la familia de las Leguminosas, también aporta nitrógeno atmosférico al suelo a través de la asociación de bacterias diazotróficas (Rhizobia) con sus raíces.
Como con todos los taninos, el pH de fijación y penetración en la piel nativa debe ser ácido, y es mejor utilizar ácidos débiles tales como Ácido Fórmico o Láctico. Adicionalmente a la provisión de éstos, provistos por industrias de síntesis química, el proyecto está avanzando en las posibilidades de un procesamiento, en el mismo establecimiento donde son procesadas las pieles, a través de sencillas técnicas microbiológicas. El piquelado microbiológico de las pieles de pescado se realizó utilizando acidificación con bacterias en lugar de ácido láctico. Para alcanzar el pH deseado, el agua fue acidificada con fermentos hechos con bacterias. Estos microorganismos empezaron a desarrollar Ácido Láctico y, con la actividad de las bacterias se alcanzó pH 4.
El uso del extracto de Mimosa para curtir las pieles de pescado tuvo el objetivo de transformar la
piel en cuero a través de la formación de enlaces químicos entre el tanino y el colágeno y el llenado
de las pieles para mejorar sus características. Se obtuvieron pieles de salmón adecuadas para cualquier industria de manufactura, utilizando infraestructura básica y los productos químicos apropiados. Conociendo las técnicas de curtido, cómo la piel de salmón reacciona con ellas y tomando en consideración no producir impactos negativos sobre el medio ambiente, se pueden obtener buenos resultados. Asimismo, si los curtidores locales están comprometidos con la tarea que están realizando, pueden hacerlo sin la maquinaria usual, lo que permite que esta actividad sea realizada en áreas con déficit de electricidad. Este método no pretende descartar el uso de fulones, tinas y tanques de secado , sí mostrar que también es posible curtir, bajo ciertas condiciones, sin ellos.
El curtido incluyó ensayos comparativos de engrase, para explicar las razones para algunos defectos comunes en estas pieles y mostrar algunas características particulares del salmón, las que lo diferencian de otras especies de peces en los procesos
El cuero de pescado fue teñido sin utilizar fulones, mas con mucha agitación manual y frotando las pieles de manera de aflojar las fibras de las pieles y, de esta manera, no hay manchas producidas por sectores que reaccionan en forma diferente con el colorante. El engrase fue realizado en un baño, con agitación durante 40´ y fijación con Acido Fórmico por 15´. Los engrasantes usados estuvieron basados en poroto de soja y aceite de pescado.
La comparación, para este tipo de pieles, entre la lecitina de soja y el engrasante de base mineral es ampliamente favorable al primero en términos de suavidad al tacto, flexibilidad y plenitud. También es posible alcanzar estos resultados aplicando manualmente aceite de pescado o de otro origen animal sobre el lado carne y, eventualmente, sobre el lado flor, confiriendo de este modo otras características. En base a experiencias previas, los aceites de origen animal también brindan excelentes resultados.
Todos los procesos de la etapa húmeda y procesos de curtidos fueron realizados por inmersión con agitación manual, por consiguiente, reemplazando la acción de los fulones.
Las pieles de salmón curtidas tienen la particularidad de proporcionar un buen brillo cuando son pulidas. El acabado brillante de las pieles (figura 11) es el resultado de la fricción dada utilizando una máquina de pulir (figura 10) con un brazo mecánico y una piedra de ágata cilíndrica. El salmón tiene buena reacción al pulido, sin la necesidad de aplicar productos de terminación, tales como las caseínas modificadas. En este caso, no han sido utilizados ni caseínas ni otros productos.
Cilíndrica.
Desechos de pescaderías en la Patagonia
El desecho de pescaderías ha sido incorporado cada vez más en la cadena de valor de los productos pequeros en países como Islandia y generaron nuevas líneas de producción industrial de productos de alto valor agregado. Actualmente, en muchos países del mundo, el desecho de pescado, que consiste en pieles, vísceras y huesos, es utilizado para producir subproductos, que incluyen alimentos de pescado para consumo animal y otros productos, tales como concentrados proteicos, productos farmacéuticos, fertilizantes, colas, gelatinas y aceites para curtido de pieles (Palomino, 2020).
En la Argentina, la mayoría de las compañías dedicadas al procesamiento de pescado no utilizan el desecho de pescado, a pesar de que existe la tecnología para hacerlo, tanto en escala artesanal como industrial, haciendo de ellos un material que puede ser integrado como insumo primario o secundario en la manufactura de vestuario y accesorios y llevándolas a actuar juntos para integrar las pieles de peces marinos y de aguas del interior curtidas dentro de la cadena de valor de la alimentación, generando productos de alto valor agregado.
Las pieles de pescado utilizadas en este proyecto han sido recolectadas de una compañía pesquera de agua dulce en el Lago Musters en Sarmiento, Chubut. Las pieles fueron provistas por un comerciante pesquero artesanal (figura 12) quien caza trucha arcoíris, perca y pejerrey. Sale a pescar diariamente y tiene varias redes de deriva que recoge y vuelve a colocar.
En base al reconocimiento de las diferentes condiciones geográficas de la Argentina y su fauna ictícola regional, la utilización de diferentes especies podría beneficiar al negocio de cuero de pescado. Por lo tanto, la región norteña del país puede proveer pieles de peces de río, mientras el litoral oriental puede proveer peces de agua salada; y desde el Sur, peces de lagos y ríos de deshielo. Cada tipo de piel podría tener su propia paleta de colores y texturas que reflejan el repertorio cultural nativo de cada comunidad.
El estudio de mercado sobre cuero de pescado de la Patagonia, llevado a cabo por la agencia local del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) posibilitó explorar y medir la necesidad del mercado por productos hechos a partir de cuero de pescado, estimando los precios a los cuales podrían ser vendidos y detectó los canales a través de los cuales podrían ser comercializados.
Las mejoras y simplificaciones en los procesos de curtido y los cambios hacia el uso de productos orgánicos en el curtido, que han sido implementados en este proyecto, permiten la adaptación de estos materiales a las nuevas tendencias del mercado que persiguen el uso de materias primas con certificación de buenas prácticas ambientales.
Resultados de los Ensayos
Se realizaron varios ensayos para entender las propiedades mecánicas, resistencia a la tracción y físicas de los métodos de curtido, su resistencia a la rotura bajo tensión o cuan bien la piel pueda desempeñarse bajo un uso vigoroso. Evaluando los resultados obtenidos con diferentes pieles de pescado Patagónicas, conseguimos un mejor entendimiento de sus propiedades físicas y sus limitaciones. La técnica de curtido con Mimosa permite a las pieles de pescado convertirse en un verdadero material multipropósito, capaz de ser adoptado por sus aptitudes tanto prácticas como estéticas. La resistencia a la tracción de las pieles de pescado fue ensayada en un dinamómetro considerando los valores aceptables necesarios para diferentes aplicaciones, tomando probetas de muestra paralelas y perpendiculares al espinazo.
Informe AN 3861-21/1 Cuero curtido vegetal, reengrasado -teñido marrón.
La resistencia al desgarro fue buena considerando el bajo espesor del cuero (0,41 mm). El mínimo valor aceptable de resistencia al desgarro es normalmente de 20 N. El cuero tiene una buena resistencia al desgarro.
Informe AN 3860-21/1 Cuero de salmón 1 – Curtido con Mimosa, teñido marrón, pulido con piedra de ágata. Tiene resistencia al desgarro (51 N) casi dos veces el valor de la muestra anterior. El espesor medio medido fue 0,57 mm, resultando en un valor alcanzado de resistencia específica al desgarro de 96,5 N/mm, que es un valor alto, de interés.
Respecto de la abrasión Martindale, el resultado fue bajo debido a los espacios que quedan debajo de donde estuvieron las escamas (tal como en las pieles de serpiente)
Fig 13: Ensayos físico – mecánicos. Determinación de la carga de desgarro.
La resistencia a la tracción de las pieles de pescado fue ensayada aplicando muestreo paralela y perpendicularmente al espinazo. El análisis de los resultados muestra que los esfuerzos marginales más pequeños se dan a lo largo del espinazo de las pieles de pescado y las deformaciones marginales más bajas se dan perpendicularmente. Esta distribución de las propiedades mecánicas difiere de la distribución de las propiedades mecánicas en cueros vacunos. La orientación de las fibras de colágeno en una dirección lineal es adaptada al ambiente acuático del pez, por lo tanto, se encontró que el cuero de pescado es más elástico a lo largo de su longitud que de su ancho (Palomino, 2021).
A partir de los resultados de los ensayos realizados sobre estos cueros de salmón es claro que la resistencia al desgarro es muy alta considerando cueros de mamíferos de igual espesor, a la vez que, cuando son pulidos con una máquina con brazo mecánico y piedra, este valor crece hasta casi duplicarse, posiblemente como consecuencia del aplastamiento de las fibras, producto de la acción mecánica realizada por la máquina, que, además, produce una mejor dispersión del aceite incorporado al cuero en el proceso de engrase. La excelente resistencia al desgarro observada se debe a la peculiar orientación de las fibras, típica de las pieles de pescado. En otros proyectos las pieles de pescado ya han sido utilizadas en la industria del calzado y de la marroquinería, entre otras, con excelentes resultados en términos de resistencia a la tracción y al desgarro.
Conclusiones
La tecnología de procesamiento de las pieles se basa en el conocimiento tradicional de los materiales: el conocimiento para manipular físicamente los materiales para que adquieran las propiedades que se necesitan para un fin específico y la capacidad de adaptar los materiales y los métodos de acuerdo a las condiciones del momento (Klokkernes, 2007).
A través de esta investigación hemos identificado la lógica bioquímica del tradicional proceso de curtido de piel de pescado Patagónico utilizando principios naturales con un bajo impacto ambiental. Estas técnicas tradicionales, amigables con el medio ambiente pueden ser utilizadas en combinación con tecnología moderna reduciendo la provisión de productos químicos, generando agua más limpia, menos CO2 y minimizando el impacto ambiental de la producción actual de cuero de pescado.
El curtido vegetal de cuero de pescado consume más tiempo comparado con el curtido industrial y necesita un conjunto diferente de habilidades. Sin embargo, posee propiedades únicas. Respecto de la hipótesis sobre la posibilidad de continuidad en la práctica de trabajo con cuero entre poblaciones pre-Hispánicas y grupos etnográficos y etnohistóricos, el análisis llevado a cabo provee elementos para sostener que el conocimiento técnico – el “know how” – ha permanecido en su sitio hasta los tiempos modernos. Esta tarea nos ha permitido indagar en una materia poco desarrollada referida a la tecnología del cuero y la aproximación a ella desde la etnohistoria. Esta propuesta y la metodología utilizada pueden ser mejoradas y expandidas, lo que puede habilitar una aproximación mucho más rica y profunda a los modos de vida del pasado en la Patagonia. Este trabajo apunta a documentar el conocimiento de sistemas y prácticas sobre piel de pescado Patagónica que están en riesgo de desaparecer. El trabajo comparte habilidades y prácticas de curtido de pieles de pescado que remotas comunidades Patagónicas están desarrollando actualmente.
El proyecto apunta a reforzar redes de conocimiento entre artesanos Patagónicos, comunidades menos favorecidas y artistas locales. El proyecto aspira a preservar la artesanía de pieles de pescado y contribuir a prácticas de sustentabilidad a través del estudio del material y la transmisión de competencias de curtido de piel de pescado.
La manufactura de pieles de pescado ha sacado a la luz también objetos terminado tales como soportes para mate, billeteras y zapatos. La adaptación de los procesos de producción para sus manufacturas subsiguientes en el lugar de origen de la materia prima de desecho de pescadería incrementó el desarrollo de industrias locales con el valor agregado de marcas estéticas que llevan su denominación de origen de modo que las comunidades locales puedan replicarlas para su futura comercialización.
Agradecimientos
Esta investigación ha sido financiada por la Secretaría de Pesca de la provincia de Chubut, Argentina y la iniciativa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Comisión Europea bajo el convenio Marie Sklodowska Curie Fishskin 823943. Nuestra mayor gratitud va hacia Gabriel Fabián Trachter, por su trabajo continuo para desarrollar procesos sustentables de curtido de pieles de pescado. Todas las pieles de pescado utilizadas en el proyecto fueron curtidas por él. Queremos agradecer a Gustavo Defeo y su laboratorio Ars Tinctoria donde se llevaron a cabo los ensayos de propiedades mecánicas, físicas y de solideces y a Patricia Casey, ex Presidente de la I.U.L.T.C.S. Adicionalmente, esta investigación no podría haber sido completada sin el apoyo de William Fizhugh, Director del Arctic Studies Center en el Museo Nacional de Historia Natural, Smithsonian Institution y su equipo: Stephen Loring, John Cloud, Nancy Shorey, Aron Crowel, Dawn Biddison, y la Beca UK US Fulbright que financió la investigación de Elisa Palomino sobre las pieles de pescado de nativos del Ártico
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Nota : este trabajo fue traducido del original en inglés por el Ing . Enrique Santelli.