Adaptarse a los cambios es una frase de uso muy frecuente desde hace mucho tiempo.

Aparece en los medios, en las empresas y en la sociedad, es decir en la gente.
Adaptarse significa aceptar los cambios. Cambian las costumbres, cambian los trabajos, cambia el comportamiento de la gente. En las empresas pueden cambiar el modo de producción, el perfil de los empleados.

AAQTIC es una ONG ligada a la industria del cuero y su cadena, particularmente dirigiendo su actividad a las personas que desarrollan tareas técnicas en esa industria.

Los cambios producidos en la industria han repercutido de diferentes maneras sobre esas personas y, por ende, sobre AAQTIC. El cierre de empresas de curtiembre ha sucedido en los últimos 30 años de una forma prácticamente constante. También surgían otras, pero en menor cuantía.

El cierre de empresas de curtiembre ha provocado la pérdida del trabajo de los técnicos y eso ha repercutido sobre la nómina de asociados a AAQTIC. El cierre de empresas proveedoras de productos químicos produce un daño doble, la perdida de técnicos y la pérdida de socios protectores. AAQTIC ha debido adaptarse a nóminas muy inferiores respecto a hace más de cincuenta años.

Los cursos sobre tecnología del cuero se dictan con pocos alumnos y en el modo a distancia, esto es por Internet. Esta modalidad trajo aparejado un beneficio, la incorporación de alumnos del interior del país y del extranjero.

La revista Tecnología del Cuero, que había llegado a niveles de calidad en cuanto a impresión y contenidos similares a las revistas europeas, debió mudar al hoy tan en boga formato digital. Los costos de impresión sobre papel y a color eran muy grandes y la pérdida de anunciantes hizo imposible mantener la calidad que tanto esfuerzo nos había costado alcanzar, eso sí, ahora Tecnología del Cuero se puede leer en el celular.

La más traumática de las decisiones fue dejar la sede histórica de Yapeyú 531. El edificio corría riesgo de desmoronamiento. Ahora funcionamos en un local no muy alejado del histórico con un espacio relativamente más pequeño, pero, sin embargo, se han realizado varias conferencias, jornadas de trabajo y cursos de dos días de duración.

También nos hemos tenido que adaptar a que las Comisiones Directivas sesionaran con un quórum mínimo de cuatro personas. La gente está más reticente a encarar responsabilidades ad honorem.

Esta enumeración no pretende ser una lista exhaustiva de ”adecuaciones a los tiempos”, simplemente una ilustración de situaciones sucedidas en el transcurso de los 60 años de vida de AAQTIC, no se han considerado las tormentas económicas que cada tanto azotan a la Argentina o las vicisitudes de los mercados internacionales o el cambio de las costumbres en la sociedad como el vegetarianismo o veganismo cuyos adictos tratan de imponer la idea de no usar cuero como material en la confección de la vestimenta.

Queda también el interrogante de qué hacer para atraer los técnicos a la Asociación. Ya no está esa mística de antaño que hacía que un técnico concurriera a una reunión aunque el tema no fuera de su interés. Era una decisión afectiva. Ha cambiado el perfil del técnico, han cambiado las costumbres en la sociedad.

A pesar de todos estos avatares, en la primera reunión de Comisión Directiva, a principio de año, se tomó una decisión considerada muy valiente, de realizar una jornada técnica sobre innovación en el diseño y sustentabilidad en la industria del cuero.

Esta decisión se tomó con cierto temor de un fracaso, dado que en la región la industria y las asociaciones de técnicos hermanas tampoco están con el esplendor de otra época.

No obstante, faltando un mes para el inicio de la jornada ya se han conseguido los trabajos para las presentaciones de los dos días de actividad, Esperamos también un número de asistentes importante en concordancia con el evento. La persistencia y el esfuerzo hicieron llegar a AAQTIC a los 60 años.

Jorge Vergara